10 abr 2008

Veremos al Barça contra el Manchester United


El Barcelona selló su pase a las semifinales de la Champions tras eliminar al Schalke 04 en un espeso partido en el que se pudo ver las dos caras del conjunto azulgrana. Tras una mala primera parte donde los alemanes pudieron marcar algún gol con continuos contragolpes, los locales consiguieron un gol al borde del descanso por parte de Touré. La segunda parte, el Barça dominó sobre el césped y pudo aumentar su ventaja. Al final, victoria local pese a los pitidos de algunos segmentos de la afición y a pensar en el Manchester United en la siguiente ronda.

El loco Barcelona desmotró en el Camp Nou que es capaz de lo peor y de casi lo mejor. Su esquizofrenia sobre el terreno de juego quedó patente si comparamos las dos partes de las que consta un partido. Tanto fue así, que incluso la reacción del público también experimentó dos sensaciones. Si en el primer tiempo los aficionados mostraba su desencanto con el equipo en forma de pitidos y de una leve pañolada, en el segundo tiempo los culés demostraron que quieren estar con los jugadores.

La primera acción del partido era para los locales tras un disparo de Xavi que no vio portería. Sin embargo, el Schalke 04 quiso salir a por todas y comenzó con su hegemonía sobre el terreno de juego. El conjunto alemán dominó el centro del campo y desplegó un agresivo fútbol basado en mortíferos contragolpes que a punto estuvieron de costar un gran disgusto al Barça como el disparo de Altintop que paraba como podía Valdés en dos tiempos.Posteriormente, el Barcelona tendría la única ocasión del primer tiempo de poder tras un excelente pase de Iniesta sobre Xavi. El canterano controlaba dentro del área y su disparo obligaba al guardameta Neuer a lucirse.

A partir de ese momento, los visitantes fueron dueños y señores del balón. El centro del campo azulgrana era incapaz de cortar las galopadas alemanas que sin embargo no llegaban a buen puerto en los metros finales. Tras dos ocasiones fallidas de Kuranyi, llegaba la sorpresa. Una buena jugada de Bojan por la derecha terminaba en un centro cuyo rechace era despejado por Krstajic. El esférico llegaba a la pierna izquierda de Yaya Touré que marcaba un extraño gol que no hacía justicia a lo vivido hasta entonces.

Tras el descanso comenzaba otro partido. Un choque nuevo con diferentes equipos. O por lo menos eso es lo que pensarían todos aquellos que vieron la primera mitad. El que dominaba era el Barcelona y el que deambulaba sobre el césped era el Schalke 04. Sin embargo, la posesión era clara pero el nivel de juego tampoco era para tirar cohetes. Salvo una ocasión para Henry y otra para Iniesta tras un buen disparo, el Barça no conseguía sentenciar el partido.

El público se mostraba tranquilo en la grada hasta el minuto 72. En aquel momento, Frank Rijkaard taomaba una difícil y discutible decisión. Retiraba del campo a Bojan y en su lugar entraba Giovani. Este acto provocaba una enfurecida reacción por parte del aficionado que, a base de pitidos y leves pañuelos, mostraba así su desacuerdo con la decisión. No en vano, Bojan era el jugador que más peligro estaba creando y su presencia en el terreno de juego era la mayor esperanza de poder conseguir otro gol.

Con un Schalke 04 totalmente hundido y agotado por el esfuerzo realizado en la primera parte, el partido llegaba a su fin. La mala noticia del choque fue la tarjeta amarilla que vio Puyol y que le impedirá jugar el siguiente partido. Pese a todo, lo importante es que los azulgrana continúan soñando en Europa y ahora les tocará pensar en la difícil cita que tendrán ante el Manchester United.

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