Pau Gasol abrió su primera participación en los play-off con la camiseta de los Lakers de manera estelar. El pívot catalán, en su nueva etapa con la camiseta angelina, no quiso dejar escapar la oportunidad de lograr su primera victoria en la fase por el título y además lo hizo a lo grande, eclipsando al mismísimo Kobe Bryant, que por una vez pareció mortal al lado del de Sant Boi. Gasol, más motivado que nunca porque ve opciones serias de lograr su primer anillo de campeón, fue el jugador desequilibrante que buscaron los Lakers con su traspaso de Memphis y cumplió con las expectativas creadas desde su llegada.
Siempre bien situado en la zona, atento a los cortes y penetraciones de sus compañeros, Gasol sacó petróleo de las constantes asistencias que recibía del equipo para acabar anotando la canasta, bien machacando el aro (cosa que hizo en siete ocasiones) o dejando fáciles bandejas, con su defensor superado (en cinco ocasiones). Pau, toda una amenaza bajo la canasta pero también con buena mano para lanzar a cinco metros, superó constantemente al hombre que tenía la difícil misión de frenarle, el veterano Marcus Camby, elegido Defensor del Año en la NBA, la pasada temporada.
Camby acabó desquiciado ya que el de Sant Boi recibía constantemente balones doblados por sus compañeros cuando iban a ayudar y Pau, siempre atento, esperaba el pase para finiquitar la jugada. Quién demostró mayor compenetración con Gasol fue el alero Lamar Odom, otro de los hombres que está en un momento de forma envidiable y que surtió de balones al español para redondear sus números.
Lo cierto es que Pau, a diferencia de Memphis, no tuvo que trabajarse muchas de sus canastas, aunque tampoco renunció a ello. No sólo fue capaz de anotar con relativa facilidad sino que también asistió a otros jugadores cuando trataban de frenarle dos defensores. Incluso se permitió la licencia de realizar un espectacular combinación con Kobe Bryant, al que asistió con un espectacular ‘alley-oop’ que el número 24 finalizó al vuelo. Ovación en el Staples Center que estaba disfrutando de lo lindo con el juego del español y también reconocimiento del propio Bryant, que más que nunca necesitó la ayuda de Gasol para llevarse la victoria ante Denver.
Los Nuggets, un equipo incómodo de defender y letal en ataque, lograron desquiciar a Bryant aunque no encontraron la manera de detener a la nueva ‘perla’ angelina, que se despachó a gusto en los primeros minutos. Pau acabó la primera mitad con 18 puntos y ocho rebotes, y continuó con su actuación de lujo en el tercer cuarto, coincidiendo con la mayor renta de los angelinos, que llegó a los 19 puntos.
Con Bryant en el banquillo debido a las faltas personales y obsesionado por anotar sin acierto, fue Gasol el encargado de tirar del equipo junto a Lamar Odom. Entre ambos hicieron mucho daño a la defensa de Denver, que sólo a base de correr y con la inspiración ofensiva de Allen Iverson, lograron reducir las diferencias hasta los 10 puntos. Sin opciones de darle unos minutos de descanso, Pau aguantó completa la segunda mitad.
Con inteligencia, empezó a castigar a la defensa de los Nuggets, que sólo lograban frenarle a base de faltas personales. El de Sant Boi, con gran seguridad en la muñeca, anotó sus ocho lanzamientos de tiro libre, para convertir en inútiles los esfuerzos de Denver por acercarse peligrosamente. Ahora, a George Karl se le multiplica el trabajo. Además de tratar de detener a Bryant debe hacerlo con Gasol. Una tarea prácticamente imposible.
Siempre bien situado en la zona, atento a los cortes y penetraciones de sus compañeros, Gasol sacó petróleo de las constantes asistencias que recibía del equipo para acabar anotando la canasta, bien machacando el aro (cosa que hizo en siete ocasiones) o dejando fáciles bandejas, con su defensor superado (en cinco ocasiones). Pau, toda una amenaza bajo la canasta pero también con buena mano para lanzar a cinco metros, superó constantemente al hombre que tenía la difícil misión de frenarle, el veterano Marcus Camby, elegido Defensor del Año en la NBA, la pasada temporada.
Camby acabó desquiciado ya que el de Sant Boi recibía constantemente balones doblados por sus compañeros cuando iban a ayudar y Pau, siempre atento, esperaba el pase para finiquitar la jugada. Quién demostró mayor compenetración con Gasol fue el alero Lamar Odom, otro de los hombres que está en un momento de forma envidiable y que surtió de balones al español para redondear sus números.
Lo cierto es que Pau, a diferencia de Memphis, no tuvo que trabajarse muchas de sus canastas, aunque tampoco renunció a ello. No sólo fue capaz de anotar con relativa facilidad sino que también asistió a otros jugadores cuando trataban de frenarle dos defensores. Incluso se permitió la licencia de realizar un espectacular combinación con Kobe Bryant, al que asistió con un espectacular ‘alley-oop’ que el número 24 finalizó al vuelo. Ovación en el Staples Center que estaba disfrutando de lo lindo con el juego del español y también reconocimiento del propio Bryant, que más que nunca necesitó la ayuda de Gasol para llevarse la victoria ante Denver.
Los Nuggets, un equipo incómodo de defender y letal en ataque, lograron desquiciar a Bryant aunque no encontraron la manera de detener a la nueva ‘perla’ angelina, que se despachó a gusto en los primeros minutos. Pau acabó la primera mitad con 18 puntos y ocho rebotes, y continuó con su actuación de lujo en el tercer cuarto, coincidiendo con la mayor renta de los angelinos, que llegó a los 19 puntos.
Con Bryant en el banquillo debido a las faltas personales y obsesionado por anotar sin acierto, fue Gasol el encargado de tirar del equipo junto a Lamar Odom. Entre ambos hicieron mucho daño a la defensa de Denver, que sólo a base de correr y con la inspiración ofensiva de Allen Iverson, lograron reducir las diferencias hasta los 10 puntos. Sin opciones de darle unos minutos de descanso, Pau aguantó completa la segunda mitad.
Con inteligencia, empezó a castigar a la defensa de los Nuggets, que sólo lograban frenarle a base de faltas personales. El de Sant Boi, con gran seguridad en la muñeca, anotó sus ocho lanzamientos de tiro libre, para convertir en inútiles los esfuerzos de Denver por acercarse peligrosamente. Ahora, a George Karl se le multiplica el trabajo. Además de tratar de detener a Bryant debe hacerlo con Gasol. Una tarea prácticamente imposible.
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