Denis Chevrier revisa en el circuito de Montmeló, una y otra vez, los datos del motor roto de Fernando Alonso en el camión de ingenieros de Renault. No tiene la cara de los mejores días, porque uno de los propulsores de los que es responsable en los circuitos estalló por sorpresa en la vuelta 34. Aunque era su segunda carrera, tenía que haber aguantado sin problemas hasta el final. Allí, al pie de la pasarela que une los dos camiones del equipo francés, respondió a las preguntas de AS.
Debemos analizarlo más en profundidad cuando el motor llegue a la fábrica de Viry y sea desmontado, pero, por lo que sabemos hasta ahora, se trata de una rotura producida en la parte superior del propulsor. Es decir, no hay pistones afectados ni tampoco bielas. Por tanto, no es un fallo estructural y lo podemos solucionar de inmediato.
En absoluto. Todo ha sido normal por parte de Fernando. No ha habido ningún sobrerrégimen (N. de la R. Algo que ahora es posible si un piloto falla un cambio, por ejemplo) y no sabemos la causa de lo ocurrido. Ha sido simplemente un problema de falta de fiabilidad puntual.
Fue la clásica explosión y sólo lo notamos media vuelta antes, así que no pudimos hacer nada para evitar la avería. Y respecto al coche de seguridad, tampoco hemos notado en las vueltas neutralizadas ninguna subida de temperatura o nada anormal. El rendimiento hasta ese último momento era correcto. En los próximos días revisaremos el motor dañado y vamos también a analizar otros propulsores de reserva de idénticas características para ver si se trata de un defecto en el material utilizado en algunas piezas. Tenemos tiempo para modificar ese fallo en los motores que vamos a fabricar para Turquía.
Con todas las veces que pasamos el límite de dos carreras en el banco de potencia, cualquier motor sin defecto alguno de fabricación está preparado para ir a tope desde la primera a la última vuelta de su vida útil.
Se ha dado un paso importante. Sólo basta con mirar los tiempos. En Bahrain rodábamos en carrera a una distancia de entre 1,1 y 1,2 segundos por vuelta respecto a los Ferrari. En este gran premio nos ha separado de ellos entre 0,7 y 0,8 segundos. Es una clara mejoría. Hemos superado a los coches que nos precedían en Sakhir, Red Bull, Toyota y Williams, y si la recuperación se confirma en Turquía podría permitirnos aspirar a terminar las carreras regularmente entre los cinco primeros. Delante siempre hay alguien que puede fallar.
Éste es el camino que hay que seguir. Al coche le falta tracción, pero eso es algo que se puede solucionar mecánicamente. La base aerodinámica es ahora mejor y en carreras con circunstancias particulares desde la posición que ocupamos se puede aspirar al podio. Esta mejora ha sido buena para todos los que formamos la escudería. Si después del décimo de Bahrain, Fernando hubiera terminado igual en Barcelona habría sido un desastre.
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