Segundo título de la temporada para el Joventut. Tras ganar la Copa del Rey en Vitoria hace apenas un par de meses, la Penya se proclama brillante campeón de la Copa ULEB, una competición que le venía pequeña. Los pupilos de Aíto barrieron 79-54 en la final al Akasvayu Girona. Pero, más allá del valor del título en sí, el gran premio para el Joventut es la clasificación para la próxima edición de la Euroliga (billete directo para los ganadores de la ULEB). Una pena que, para entonces, muy probablemente Rudy ya no juegue por estas latitudes.
Rudy Fernández afrontaba la final con molestias en su hombro derecho, no partió en el quinteto inicial. El Joventut se resintió. El primer cuarto fue del Akasvayu. Se jugó a ritmo lento y Radenovic se ponía las botas (10 puntos en el cuarto, 20 puntos totales). Los de Pedro Martínez centraron sus esfuerzos defensivos en el exterior, donde forzaron un 2/11 triples de la Penya en el acto inicial, que concluyó 21-17. Eso fue lo que aguantó el Girona en la final. Salió Rudy Fernández y comenzó a anotar.
Una canasta por aquí, un triple por allá y un par de faltas forzadas. Se fue a 13 puntos, una cifra menor para sus costumbres, pero el pánico que su presencia despierta en la retaguardia rival es un factor desequilibrante. Se llevó el MVP, más por sus méritos durante la competición que por su última actuación. Con más espacios, Mallet empezó su recital exterior. Pero el partido se rompió por la defensa de la Penya. Dejó al Akasvayu en unos pírricos seis tantos en el segundo cuarto. 34-27 para el Joventut al descanso.
Todo lo bueno del ataque del Girona pasa por las manos de Marc Gasol. El francés Jerome Moiso le ganó la partida en la final, 10 puntos, siete rebotes y una gran defensa. Sin la referencia de Gasol, Akasvayu se nubló. Se le vieron las costuras, una plantilla de escasos recursos. Sólo 10 puntos en el tercer acto. Mallet remató al rival herido. Seis de ocho triples para 26 puntos, el mejor del encuentro. El tercer cuarto se cerró 58-37. Partido resulto. El último cuarto sobró. La temporada del Joventut ya es histórica... y aún queda la Liga.
Rudy Fernández afrontaba la final con molestias en su hombro derecho, no partió en el quinteto inicial. El Joventut se resintió. El primer cuarto fue del Akasvayu. Se jugó a ritmo lento y Radenovic se ponía las botas (10 puntos en el cuarto, 20 puntos totales). Los de Pedro Martínez centraron sus esfuerzos defensivos en el exterior, donde forzaron un 2/11 triples de la Penya en el acto inicial, que concluyó 21-17. Eso fue lo que aguantó el Girona en la final. Salió Rudy Fernández y comenzó a anotar.
Una canasta por aquí, un triple por allá y un par de faltas forzadas. Se fue a 13 puntos, una cifra menor para sus costumbres, pero el pánico que su presencia despierta en la retaguardia rival es un factor desequilibrante. Se llevó el MVP, más por sus méritos durante la competición que por su última actuación. Con más espacios, Mallet empezó su recital exterior. Pero el partido se rompió por la defensa de la Penya. Dejó al Akasvayu en unos pírricos seis tantos en el segundo cuarto. 34-27 para el Joventut al descanso.
Todo lo bueno del ataque del Girona pasa por las manos de Marc Gasol. El francés Jerome Moiso le ganó la partida en la final, 10 puntos, siete rebotes y una gran defensa. Sin la referencia de Gasol, Akasvayu se nubló. Se le vieron las costuras, una plantilla de escasos recursos. Sólo 10 puntos en el tercer acto. Mallet remató al rival herido. Seis de ocho triples para 26 puntos, el mejor del encuentro. El tercer cuarto se cerró 58-37. Partido resulto. El último cuarto sobró. La temporada del Joventut ya es histórica... y aún queda la Liga.
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