29 abr 2008

El primer partido sin Koeman, Goleada


Si aquello fue penalti y expulsión sólo Dios lo sabe, porque ni en la tele se ve”. Estas palabras son de Cruchaga, a nuestros compañeros Rodrigo Errasti y Rafa Aguilera al hilo de la designación de Ontanaya López para el partido de Mestalla. Y, aunque no lo parezca, el capitán navarro no hablaba de la acción entre Villa y Ricardo, sino de un lejanísimo partido de la primera vuelta ante el Almería.

Parece que Cruchaga no tenía razón, al menos al juzgar la decisión del árbitro ante los andaluces. Pero, cuando vea la acción que abrió el melón para el Valencia, posiblemente se le llevan los demonios. Ricardo sale a los pies de Villa y le limpia el balón con nitidez. Pero el asturiano cae y Ontanaya pita penalti. Lo peor es que su error es doble, porque su fallida decisión le obliga a expulsar al meta madrileño. Villa realizó un ejercicio de precisión desde los once metros (Elía le había leído la idea), y Osasuna se vio obligado a afrontar casi todo el partido con diez.

Demasiadas ventajas para un Valencia que, todo hay que decirlo, estaba siendo superior, aunque sin alardes. Voro confió en sus bandas, y, sobre todo por la derecha, el nuevo Valencia fue un dolor de muelas para Osasuna. Sobresaliente Miguel, autor del pase que dio origen al (no) penalti a Villa. También por la izquierda Mata y Silva crearon problemas ante un Osasuna que no estuvo al nivel de sus últimas salidas. Eso es un hecho. Sobre su ‘paternidad’, se admiten apuestas.

El Valencia no tardó mucho en finiquitar la cuestión. Lo hicieron entre Villa y Mata, en una acción que se ha visto varias veces esta temporada: falta lateral rasa para que el burgalés, invisible para la zaga rojilla, entre desde la frontal y supere a Elía con un zurdazo colocado.

El Valencia no se había visto en otra en toda la temporada. Y los buenos se animaron: Joaquín, Villa, Mata, Silva… Por unos minutos pareció que la cosa podía acabar en abuso, pero Osasuna se rehízo con hombría y obligó al Valencia a jugar en su campo durante cerca de un cuarto de hora. Sin embargo, en su primera salida clara, los locales hicieron diana. Joaquín, habilitado por Villa, superaba con frialdad la media salida de Elía y cerraba la cuestión. Al menos para el Valencia. Seguro que en Pamplona este partido no acaba el domingo.

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