Gustavo Kuerten nació en Florianópolis y, a pesar no ser el tenis el deporte por excelencia en su país, 'Guga' decidió dedicarse al mundo de la raqueta. Una sabia decisión viendo a posteriori su currículo: tres Roland Garros, una Masters Cup... y el galardón de número uno del mundo que alcanzó en diciembre del año 2000. Debutó en el circuito profesional en el año 1995 y trece años después, se despide del tenis en activo en un escenario tan especial como la Philippe Chatrier de Roland Garros en París.
'Guto', como también le conocen los amigos, es un hombre que ha calado hondo en los vestuarios que ha visitado. Los que le conocen a fondo dicen de él que ha sido un excelente tenista, pero que es aún mejor persona. Kuerten es una persona positiva a la par que realista y sabía que el 2008 sería su último año. Las lesiones de espalda y cadera, que le obligaron a pasar varias veces por quirófano, no le han dado otra alternativa. A pesar de haber jugado algunos torneos esta temporada, el brasileño ya está trabajando en su fundación, tarea a la que se quiere dedicar ahora al 100%. Este año, han sido los espectadores de Costa do Sauipe, Miami, Florianópilis, MonteCarlo y París los que han podido disfrutar de los últimos raquetazos de este espléndido tenista, que ha tenido la suerte de irse despidiendo de aquellos torneos que han significado algo especial en su carrera deportiva. Siempre ha caído a las primeras de cambio, pero eso era secundario.
'Guga' ha puesto en Roland Garros un punto y final a su carrera deportiva, convertible en punto y coma siempre que consiga una 'wild card' para acudir a los Juegos Olímpicos de Pekín. De momento, el de Santa Catarina ha dicho adiós en la pista central de Roland Garros, en la Philippe Chatrier, donde tras caer ante el local Paul-Henri Mathieu ha recibido la gran ovación del respetable y un trofeo conmemorativo a su gran trayectoria. A Kuerten se le saltaron las lágrimas y al espectador se le erizó el bello. Gustavo quedará como uno de los 'grandes' en la historia de este deporte.
'Guto', como también le conocen los amigos, es un hombre que ha calado hondo en los vestuarios que ha visitado. Los que le conocen a fondo dicen de él que ha sido un excelente tenista, pero que es aún mejor persona. Kuerten es una persona positiva a la par que realista y sabía que el 2008 sería su último año. Las lesiones de espalda y cadera, que le obligaron a pasar varias veces por quirófano, no le han dado otra alternativa. A pesar de haber jugado algunos torneos esta temporada, el brasileño ya está trabajando en su fundación, tarea a la que se quiere dedicar ahora al 100%. Este año, han sido los espectadores de Costa do Sauipe, Miami, Florianópilis, MonteCarlo y París los que han podido disfrutar de los últimos raquetazos de este espléndido tenista, que ha tenido la suerte de irse despidiendo de aquellos torneos que han significado algo especial en su carrera deportiva. Siempre ha caído a las primeras de cambio, pero eso era secundario.
'Guga' ha puesto en Roland Garros un punto y final a su carrera deportiva, convertible en punto y coma siempre que consiga una 'wild card' para acudir a los Juegos Olímpicos de Pekín. De momento, el de Santa Catarina ha dicho adiós en la pista central de Roland Garros, en la Philippe Chatrier, donde tras caer ante el local Paul-Henri Mathieu ha recibido la gran ovación del respetable y un trofeo conmemorativo a su gran trayectoria. A Kuerten se le saltaron las lágrimas y al espectador se le erizó el bello. Gustavo quedará como uno de los 'grandes' en la historia de este deporte.
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