Frank Rijkaard tuvo la peor despedida posible del Camp Nou. El Barcelona perdió en el último minuto (2-3) ante el Mallorca un partido que llegó a ir ganando 2-0. Los catalanes rayaron a la altura de sus peores partidos y se jugarán la tercera plaza con el Atlético de Madrid en la última jornada. Los baleares en cambio nunca se achicaron pese a las adversidades y obtuvieron un merecido premio a un partido trabajadísimo. La pañolada con la que se despidió la afición de Laporta y el equipo es la imagen que mejor refleja la temporada del Barça. Un ejercicio para olvidar.
Si los aficionados culés llegan a saber cómo iba a terminar la cosa seguramente la pitada con la que recibieron a sus jugadores y a la directiva hubiera sido mayor. El Barcelona se despidió de su público haciendo gala de una falta de intensidad preocupante para un equipo que tenía la obligación de agradar a su público. No sólo no agradaron sino que provocaron que los barcelonistas se fueran a la cama con un cabreo equiparable al que tuvieron la noche del partido en el Bernabéu.
Pocas ocasiones tuvieron los azulgrana durante el partido. Viendo la primera parte parecía que iba a ser uno de esos partidos en los que el Barça llega poco pero lo resuelve gracias a su efectividad. Haciendo muy poco consiguió adelantarse en el marcador gracias a un gol de Henry. Messi penetró por el centro y abrió a la izquierda buscando a Deco. Un defensa bermellón desvió la trayectoria del balón y le llegó al francés en el borde del área. 'Titi' definió con mucha clase y en lugar de cruzarla la tiró al palo corto para superar a Moyá.
El Mallorca no se vino abajo y lo intentó pese al mal resultado. Pinto evitó en dos ocasiones que los baleares consiguieran empatar el partido antes del descanso.
Una vez reanudado el choque el partido seguía con la misma dinámica. Poco fútbol y bostezos en las gradas. Entonces Henry se escapó por la banda tras tirar una pared con Etoo y consiguió colgar un balón para que Messi la empalmara. Moyá repelió el disparo del argentino pero no pudo hacer nada para evitar el gol de palomero de Etoo. Parecía que el partido estaba resuelto y Rijkaard sacó a Messi del choque. Manzano también movió ficha. Se la jugó al meter a Ibagaza por Héctor y el cambio le salió muy bien.
Si los aficionados culés llegan a saber cómo iba a terminar la cosa seguramente la pitada con la que recibieron a sus jugadores y a la directiva hubiera sido mayor. El Barcelona se despidió de su público haciendo gala de una falta de intensidad preocupante para un equipo que tenía la obligación de agradar a su público. No sólo no agradaron sino que provocaron que los barcelonistas se fueran a la cama con un cabreo equiparable al que tuvieron la noche del partido en el Bernabéu.
Pocas ocasiones tuvieron los azulgrana durante el partido. Viendo la primera parte parecía que iba a ser uno de esos partidos en los que el Barça llega poco pero lo resuelve gracias a su efectividad. Haciendo muy poco consiguió adelantarse en el marcador gracias a un gol de Henry. Messi penetró por el centro y abrió a la izquierda buscando a Deco. Un defensa bermellón desvió la trayectoria del balón y le llegó al francés en el borde del área. 'Titi' definió con mucha clase y en lugar de cruzarla la tiró al palo corto para superar a Moyá.
El Mallorca no se vino abajo y lo intentó pese al mal resultado. Pinto evitó en dos ocasiones que los baleares consiguieran empatar el partido antes del descanso.
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