30 may 2008

Gasol y los Lakers, a por el anillo


Los Angeles Lakers ganaron 100-92 a San Antonio, el vigente campeón, para cerrar la serie 4-1 y convertirse en el equipo campeón de la Conferencia Oeste y en el primer finalista de la NBA (todo el planeta, menos el estado de Michigan, suspira por una final Lakers vs. Celtics que reedite la mítica rivalidad de los ochenta que hizo grande a la mejor liga del mundo).

Los californianos remontaron 17 puntos de desventaja gracias a la exhibición de un sobrenatural Kobe Bryant (39 puntos) y al poderío de Pau Gasol en la pintura. El de Sant Boi, que no tuvo su mejor noche en ataque, fue un auténtico titán debajo de los tableros y logró unos números de auténtico crack (12 puntos, 19 rebotes, 5 asistencias y 4 tapones) para seguir haciendo historia en el baloncesto patrio y convertirse en el primer español en jugar una final de la NBA. Los 19 rebotes es la mejor marca personal de Pau Gasol desde que aterrizó en EE.UU..

Los Spurs, conscientes de que tenían la espada de Damocles sobre sus cabezas, saltaron al parquet del inexpugnable Staples Center (los Lakers no pierden desde el pasado 28 de marzo) tremendamente concentrados y sacaron de la pista a los californianos en el arranque del partido. Entre Tim Duncan y Tony Parker se encargaron de desdibujar a unos desconocidos Lakers que se vieron 17 puntos abajo en el segundo cuarto... pero en ese crucial instante Phil Jackson se sacó un conejo de la chistera.

¿Se puede remontar y desquiciar a los Spurs con un quinteto formado por Farmar, Vujacic, Walton, Radmanovic y Turiaf? Pues el 'Sr. de los Anillos' demostró que sí. Este 'quinteto suicida' de los Lakers enloqueció el partido y significó el punto de inflexión del partido. Poco a poco los de púrpura y oro se engancharon al partido, y un parcial de 20-10 antes del descanso les permitió retirarse al vestuario sólo 6 abajo (una diferencia ridícula si se tiene en cuenta el lamentable juego de los Lakers y el partidazo que estaban jugando los Spurs).


La segunda parte podría resumirse en sólo dos palabras: Kobe Bryant. El 'MVP de la temporada regular' se adueñó del partido y comenzó a anotar de forma compulsiva. Sus jugadas rozaron lo sobrenatural, y un par de suspensiones suyas recordaron a la mejor versión de Michael Jordan. Gracias a las canastas decisivas de Kobe, los triples puntuales de sus compañeros y el trabajo a destajo en la pintura de Gasol los Lakers sacaron del partido a los vigentes campeones de la NBA.

En los últimos minutos los Spurs tuvieron sus opciones, pero nada pudieron hacer ante un Kobe que parecía de otro planeta.

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