18 may 2008

Un gran Pau lleva a los Lakers a la final de los Lakers


Pecados de los Lakers: gano 43-62 en el descanso, y 70-86 al principio del último cuarto... y casi me dejo empatar en un último cuarto lastimoso en defensa y motivación. Ahí dejo anotar a Utah cinco triples en fila: Deron Williams, uno; Okur, dos; Kirilenko, otros dos...

Virtud suprema de los Lakers: Kobe Bean Bryant. Bean, por su padre, Joe Jellybean Bryant, supremo cañonero en el pallacanestro de Italia en los años 80. Este Kobe Bean Bryant es el último fenómeno de la NBA. Sin él (y sin Bynum, sin Ariza...), los frágiles Lakers de estos tiempos se hubieran hundido en la caldera rugiente del Arena de Salt Lake City, el viejo Delta Center donde Michael Jordan caminaba sobre las aguas.

Con Kobe Bryant y sus canastas imposibles, uno contra todos, uno contra el aire, fuera de todo concepto de equipo, los Lakers capearon el temporal mormón del último cuarto. Este cuarto lo ganó Utah, 35-22. Y última posesión para que Utah empatara a 108. No ocurrió, porque la marea furiosa de los patrones del ex Delta Center se había aquietado ante una serie de canastas imposibles de Bryant. Kobe firmó 14 de los 22 puntos lakers en el último cuarto. Seis de ellos en secuencia definitiva, un triple y un increíble 2+1, tablerazo incluido en rectificado. Ahí, el partido viajó desde 86-93 hasta 86-99, a falta de cuatro minutos. Análisis final.

Con los Lakers derritiéndose entre los cánticos de guerra de los mormones, y tras un tiro libre fallado por Fisher, Utah tuvo doce segundos para atacar y empatar. Okur falló un triple. Williams cogió el rebote y falló otro triple. Okur volvió a rebotear, pero se quedó sin tiempo. Ni el tiempo ni Kobe Bryant estaban del lado del Dios de los mormones. Los rebotes, puede que sí (52-38 para Utah), pero, claramente, con eso no fue suficiente.

En su primera final de Conferencia desde 2004, el último año de Shaquille O'Neal en L. A., los Lakers de Kobe Bryant aguardan al ganador del duelo Hornets-Spurs, que se cierra en el séptimo partido, el lunes. Gasol (17 pts. y 13 rebotes, ayer) y Odom van defendiendo como pueden la zona laker. Sin ser jugadores interiores típicos, sí permiten que Bryant remiende descosidos. Con los Hornets, igual funciona. Con los Spurs, no sé yo: pero Phil Jackson debería saberlo.

"Estoy contento con la clasificación, pero no tanto con mi trabajo en el campo en este encuentro. No he hecho un gran partido en ataque. Eso sí, estoy más satisfecho en mi labor en el rebote y la defensa con tapones. Tras conseguir nuestro pase para disputar la final de Conferencia, ahora debemos descansar un poco antes de centrarnos en nuestra próxima eliminatoria. Llevamos muchos minutos de juego".

"Es un gran paso para el equipo y una alegría poder volver a disputar una final de la Conferencia Oeste. Llevarnos un triunfo de este campo (Utah) en el sexto partido de la eliminatoria es algo grande y muy especial porque es una de las canchas más difíciles de la competición. He hecho un buen trabajo ofensivo pero este triunfo, sobre todo, ha dejado patente el carácter ganador de nuestro equipo".

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