San Casillas hace nuevo record, salva diez goles

Ayer se puso otra vez de manifiesto que el Real Madrid es un jugador, Iker Casillas, y diez más. El resto, apenas cuenta, sobre todo en encuentro como el de ayer. Mientras haya un portero que lo detenga todo, lo posible y lo imposible, el Real Madrid puede estar tranquilo. El meta, que ayer cumplió su partido de Liga número 300, ha enhebrado por vez primera cuatro partidos de Liga sin encajar un gol.

El gesto de sus propios compañeros nos podría relevar de más comentarios sobre la exhibición de Casillas ante el Zaragoza, ya que al final del encuentro, acudieron a abrazarse con su guardameta en un signo inequívoco de que les había evitado un ridículio supino.

Cuando Van Nistelrooy inauguró el marcador en el minuto 66, el público del Bernabéu había tenido ocasión de exasperarse hasta silbar y abuchear el juego de su equipo. Y no era para menos. Ayer apareció otra vez el Real de Capello, con juego tacaño y ataque romo. Casillas había salvado ya siete goles y uno que parecía que no había podido salvar lo hizo la madera por él. Fue en el único disparo de los zaragocistas, en este caso de Oliveira, que Casillas no llegó a atajar. Todo ello, antes del 1-0.

Tan mal pintaba en panorama que el Real Madrid tuvo que echar mano de su 'speaker', por cierto fichado del Real Zaragoza, para protagonizar una horterada químicamente pura, de aquellas que hace sonrojar a propios y extraños, con la difusión de consignas por la megafonía del Bernabéu para que los seguidores madridistas cambiaran los silbidos por las palmas. Por lo visto, el Real de las 'mocitas madrileñas' aún sigue vigente. El público rechazó tamaña manipulación por la forma y por el fondo de la misma. Que el público ya es mayorcito y sabe cuándo ha de aplaudir y cuándo ha de silbar.

Con tres delanteros en el equipo, Víctor Fernández llegó al Bernabéu decidido a buscar la victoria, pero se topó tanto con el desacierto de sus jugadores como con la inspiración del 'gato de Móstoles'.

Tras el 2-0, Casillas aún tuvo arrestos para salvar tres goles más para un total de diez. El Real sigue líder, pero no demostró ser un líder brillante ni sólido. Mejor que Schuster se dedique a mimar a su portero y evitar que se constipe. El día que Casillas comience a fallar o no pueda jugar por cualquier causa al Real le puede sacar los colores no sólo el Zaragoza sino incluso sus paisanos del simpático Atlético Escalerillas.