La selección española de balonmano perdió el jueves por 35-28 ante Hungría en el primer partido del Europeo de balonmano que se disputa en Noruega.El encuentro correspondía al grupo C, en el que están encuadrados además Alemania y Bielorrusia, que se desarrolla en la localidad de Bergen. El encuentro entre estas dos selecciones concluyó con victoria del equipo alemán por 34-26. Los mejores jugadores españoles han sido Rubén Garabya, con 8 goles, y Iker Romero con 7.El equipo que entrena Juan Carlos Pastor tuvo como titular al tercer portero, José ManuelSierra, ya que el primero David Barrufet, se lesionó durante los partidos de preparación y no haacudido a Noruega y el segundo, José Javier Hombrados, arrastraba molestias.España tendrá faena la próxima semana. Su victoria sobre Bielorrusia sirve el pase a la segunda fase, pero la selección de Juan Carlos Pastor peleará hoy por su verdadero destino: viajar hacia ninguna parte en el Europeo de balonmano o disfrutar del trayecto, compitiendo por la grandeza del podio, el éxtasis del oro endulzado con una plaza para los Juegos Olímpicos.
Alemania ejerce de juez esta tarde, un encuentro tan grande como una final. Se miden los dos últimos campeones del mundo, los rivales que se enfrentaron en cuartos del pasado torneo planetario, de tinte germano y barniz arbitral. Entonces, se criticó con razón la labor colegial, pero entonces, como ahora, más que el empedrado preocupa el firme.
Porque España se ha quitado las telarañas, sí. La victoria ante Bielorrusia permite aligerarse de ciertas presiones, aunque en rédito nada significa. La víctima se queda en esta fase (salvo que los ex soviéticos sorprendiesen hoy a Hungría) y los puntos logrados ante ellos no suman. Por eso, ayer las sensaciones pesaban a la par que el resultado. Y ésta son contradictorias.
La selección reincidió en lagunas descritas en el debut, aunque mejora con Hombrados en la portería y también en la asunción de responsabilidades ofensivas (grande Alberto Entrerríos, ausente Iker Romero por decisión técnica). El arranque español fue pleno de dudas, el conjunto se desmelenó en la recta final de la primera parte y prosiguió su rumbo hasta la relajación del último suspiro. Se sigue echando en falta mayor acoplamiento defensivo y sobre todo continuidad y sensación de garantía. No obstante, su horizonte continua abierto.
La derrota contra Hungría en la jornada inaugural fue grave, pero un triunfo hoy frente a Alemania supone más que aquella victoria que no fue. Pasaría con dos puntos, como Alemania y Hungría. Tendría todo el Europeo por conquistar.
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