9 jun 2008

Eurocopa 2008 | Croacia cumple gracias a una pena máxima tonta que le hizo Austria


Eurocopa 2008 El Rechace:

Austria 0-1 Croacia

Desde los once metros y con la ley del mínimo esfuerzo. Así ganó Croacia, en su estreno ante la anfitriona Austria, en un partido en el que los hombres de Bilic pecaron de conservadores tras ponerse por delante en el inicio de partido. Un gol de penalti de su estrella Modric en el minuto cuatro fue suficiente para sumar los tres puntos. La apuesta rácana de los croatas en la segunda mitad fue aprovechada por los anfitriones para volcarse en busca del empate. Hubo ocasiones, emoción, empuje y grandes dosis de fe, pero a los austríacos les faltó calidad, algo que Croacia sí tiene, aunque hoy no quisiera demostrarlo.
Nadie podía presagiar un final de partido de infarto cuando a los cinco minutos Croacia ya estaba por delante en el marcador. Olic recibía escorado dentro del área un pase de Modric y Aufhauser le arrollaba poniéndole las cosas de cara a los de Bilic muy pronto. El propio Modric no falló desde los once metros y los croatas ya estaba por delante mucho antes de lo que ellos mismos podían esperar.


Con el viento a favor, la corriente de fútbol que tienen los de Bilic se expresó con claridad en la primera mitad. Se pudo ver a Modric llevar la manija de los suyos, las incorporaciones de un incisivo Pranjic, la solidez de los Kovac o la movilidad e insistencia en los últimos metros de Olic. Croacia dominó a su antojo y pudo ampliar la cuenta y cerrar el encuentro antes del paso por los vestuarios. Pero no lo hizo. Pieter Vink perdonó la segunda tarjeta a Pogatetz por un claro agarrón sobre Olic, igual que los croatas perdonaron a su rival. Y lo pudieron pagar caro. Sabedores de su superioridad y de las limitaciones austríacas, Croacia salió conservadora en la segunda mitad. Se olvidó de dominar, de buscar la portería contraria...y eso dio alas a los anfitriones. Eso y la entrada del veterano Vastic, que puso mayor criterio en el juego y encabezó las acometidas de Austria sobre los dominios de Pletikosa. De hecho, de sus botas nacieron las mejores ocasiones austríacas. Hickersberger acertó con los cambios y la entrada al terreno de juego del veterano jugador y de Korkmaz cambió la cara de los anfitriones. Un cabezazo y un centro en descuento del primero, y un disparo cruzado del extremo pudieron poner el empate en el luminoso del Ernst-Happel Stadion. Mientras, Modric desaparecía y sólo el incansable Olic buscaba un tanto que diera tranquilidad a los de Bilic. Croacia terminó sufriendo en un partido que debió cerrar con anterioridad. A pesar de todo, los croatas cumplieron el objetivo y ya piensan en su próximo choque, el decisivo ante Alemania. A Austria, a pesar de la derrota, no se le puede pedir más, porque no lo tiene.

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