18 feb 2008

El Madrid abusa de su colchón

Sólo una semana después de hacer pleno ante el Valladolid, el Madrid se quedó de piedra en el Ruiz de Lopera, donde dejó escapar una buena oportunidad para acortar los plazos hacia el título (2-1). La derrota se puede explicar por los errores de sus laterales, la falta de contundencia a la media hora ante un Betis moribundo y la nulidad colectiva de la segunda parte.

No escarmienta el Madrid en Andalucía, donde suma sus tres partidos por derrotas, todas ellas en sábado, las dos últimas ante rivales menores que hicieron fortuna ante un líder sin la ambición necesaria para sentenciar cuando es menester. Malas noticias para Schuster cuatro días antes de viajar a Roma, donde deberá cambiar de espíritu y de motor, porque Totti o Mancini pueden multiplicar el castigo.

Tiró el Madrid el partido en dos acciones idénticas, donde se vieron las carencias anunciadas por Salgado y Marcelo desde hace mucho tiempo. Dos centros desde la izquierda ante la mirada del gallego y dos cabezazos sin la oposición necesaria del defensa brasileño. Más tarde, simplemente, no encontró manera alguna de levantarse.

No hubo claridad de ideas ni amenaza ante un Betis que se aferraba al resultado con la misma fe de gente como Pavone. Un delantero que multiplicó sus virtudes de boya ante Ramos y se dejó la vida en cada balón dividido. Edu y Mark González aportaron la clase que se espera de una camiseta como la verdiblanca, que sobrevive como puede a la espera de tiempos mucho mejores.

Recordando Murcia

A pesar de sus problemas y del impecable arranque visitante, el Betis supo encauzar el partido hacia su terreno. Un equipo modesto que supo aguantar con orden en torno a su portero, sólo exigido por un balón al poste de Van Nistelrooy. Un horror la segunda parte del Madrid, que echa de menos a Robinho y donde Higuaín o Balboa parecen superados por la responsabilidad.

Pareció el partido un calco exacto del empate en Murcia, porque el Madrid marcó antes de merecerlo y se hizo con el mando como se espera de un campeón. Todo parecía engrasado, con Drenthe y Robben exhibiendo su desborde por las bandas y aprovechando los toques de Guti y Gago.

Igual que en La Condomina, no supo rematar a un rival asustado, partido por la mitad y que rezaba para no encajar más. Al cuarto de hora salvó Ricardo con la entrepierna un remate de Raúl y en el minuto 22 Robben mandó con la derecha a la grada una excelente opción para sentenciar.

Y en dos minutos, a la media hora, se le fue la vida con dos cabezazos imposibles para Casillas. Schuster prescindió de Drenthe y recurrió de urgencia a Van Nistelrooy, pero el Madrid echó de menos la profundidad de Royston. En realidad todo su segundo tiempo debe tirarse a la basura del olvido. El colchón es de cinco puntos, que salvo en noches como las andaluzas, parecen todavía más que suficientes.

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