17 feb 2008

El Geta aguanta en la UEFA

El final del partido fue de todo menos lógico. El que viera ochenta minutos no se explicará qué pasó en el tramo final para que hubiera dos goles. Porque ya no es liguilla y se nota. El miedo va pudiendo a medida que avanzan los partidos y la vuelta está para decidir eliminatorias. Podría haber tenido más goles si Casquero hubiera acertado en un tiro fácil dentro del área o si Rivaldo se encuentra un balón en el área pequeña con menos años y más rápido que ayer. O también si Manu (el del AEK) fuera tan bueno como veloz. Pero no es el caso y la gélida y caótica Atenas -ayer más que nunca por la huelga general-, cedió los trastos. Que se resuelva en Getafe. El alcalde y el equipo de fútbol se fueron satisfechos de que así sea. Hubo justicia y el Getafe tendrá una ventaja corta pero más que jugosa. Partirá el jueves que viene con la tranquilidad de que está clasificado mientras no haya goles.

Sí, el objetivo era marcar y el Geta dio la cara desde el principio. A los dos minutos ya tuvo la primera opción en un tiro típico de Casquero que salvó el guardameta griego. El toledano es mucho más en ataque cuando su escudero es el súper profesional Celestini. El suizo asume con resignación su papel secundario de tapa-huecos y Casquero crece en esa circunstancia. Bajo el mando de ambos y con los puntas cayendo mucho a las bandas, los de Laudrup se hicieron dueños del juego el primer cuarto de hora y Pablo también tuvo su ocasión clara de gol. Después quiso apretar el AEK que no es gran cosa. Lento en todo el campo, salvo en los costados, y eso sí, el primer equipo de fútbol que conozco con talonador. El diez deambula por la media punta sin intervenir. Hasta que el balón se para. Entonces no es el diez, sino el famoso Rivaldo que atemoriza a los rivales.

Hubo también un tiempo para que el susto se apoderara de todos. Una horrorosa caída de Gavilán paró el partido cinco minutos y mandó al valenciano derecho al hospital. Por suerte, las noticias que llegaron fueron tranquilizando a los jugadores getafenses. Collarín y a descansar en Grecia. Después de eso fue difícil regresar al fútbol y no se vio gran cosa. Entonces, Michael Laudrup miró a un lado y sacó a su hombre imprescindible. Y no, De la Red no le falló y puso de cara la eliminatoria resolviendo muy bien tras una jugada de Manu y un rechace griego. Era el momento en que todos se conformaban con el empate a cero y don Rubén no estaba de acuerdo. Pero le dejaron cuatro minutos al AEK para poner más locura a ese tramo final y de ello se encargó Blanco. El jugador fue aclamado en su salida al campo. Ya sabemos el motivo. Es el único culpable de que los griegos vayan a llegar vivos a Getafe.

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