10 mar 2008

Ni Lorenzo ni Pedrosa pueden con el campeón


Pocos deportes hay tan democráticos como el motociclismo o cualquier otro cuya base sean las carreras. El cronómetro y el orden de llegada a la meta, donde espera la bandera de cuadros, son los que dan y quitan razones sin necesidad de que árbitros o jueces de ningún tipo tengan, casi nunca, la opción de meter la pata y adulterar el resultado justo de la competición.

Anoche, mientras en España se decidía el resultado de las elecciones generales, Casey Stoner volvía a demostrar en Qatar quién es el que manda en MotoGP, y por mayoría absoluta, aunque ahora sabe que tiene un nuevo miembro en la oposición, Jorge Lorenzo, cuya excepcional debut se saldó con podio a cinco segundos del campeón, la misma diferencia que le endosó él al tercero, un Dani Pedrosa que salvó un difícil fin de semana gracias a una salida magnífica.

El tricampeón comenzó a ganarse el derecho al último peldaño del podio al remontar desde la octava posición de la parrilla a la primera plaza al llegar al primer viraje. Fue la mejor de su vida, según dijo después, pero no sirvió para contener a las dos fuerzas de la naturaleza que llegaron a su rueda en la séptima vuelta. El primero que le pasó fue Lorenzo, con un hachazo en un interior de derechas en la entrada a meta con el que empezaba a saldar las cuentas pendientes que tienen. Al de Honda no le gustó que el novato le pasara de tal modo y le intentó superar de nuevo en la recta, pero al llegar a la frenada se encontró con que Lorenzo clavaba los frenos más tarde que él y, además, la incómoda presencia de Stoner, que también aprovechaba para superarle en ese punto.

En ese momento, ya sólo quedaba por delante un Valentino Rossi cuyo puesto en cabeza tenía fecha de caducidad. Primero le superó el australiano, en plena recta, que se había desecho antes de Lorenzo. Una vuelta después, en la nueve, era el mallorquín el que lo hacía, ganando el sitio antes de un viraje de izquierdas y obligándole a subirse por el piano.

Aún quedaba más de la mitad de la prueba, pero ya no hubo más intercambios en las dos primeras plazas, con el campeón escapándose a base de vueltas rápidas y con el nuevo aspirante intentando resistirse con sus mejores registros personales. Por detrás, Pedrosa logró deshacerse de Rossi en la recta, tras varios intentos en las frenadas, y logró un colchón superior a dos segundos para las últimas vueltas. Eso le permitió evitar la pelea que mantuvieron Rossi y otro debutante, Dovizioso, por la cuarta plaza. Ganó el novato, que tuvo arrestos de adelantar dos veces en la última vuelta al heptacampeón.

La carrera dejó varias lecturas. La primera y más clara, que Stoner es de otro planeta y que como no pase algo puede repetir un año como el pasado. La segunda, que Lorenzo es un crack de sólo veinte años y dispuesto a marcar época en MotoGP. Debe mejorar sus salidas, pero su mala arrancada no le impidió dejar el sello de su primer adelantamiento en la clase reina, un por fuera, como a él le gusta, sobre Edwards y Toseland.

Otra más, que a Pedrosa y a Honda no hay que enterrarles nunca antes de tiempo. Y una última, que a Rossi, mal que le pese a sus seguidores, se le están agotando las excusas, porque ganaron los Bridgestone y una Yamaha fue segunda. Quizá se le está pasando el arroz: los cuatro primeros no pasaban de los 22 años y él ya tiene 29.

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