El Real Madrid ganó a domicilio al Zalgiris y a falta de dos jornadas para el término de la segunda fase de la Euroliga, se sitúa a un paso de los cuartos de final. La falta de acierto inicial en el lanzamiento resurgió entre los blancos que no podían permitirse un nuevo traspié tras el duro KO de Tel Aviv.
Sin embargo, esta vez mantuvieron la concentración y la seriedad defensiva. Las recuperaciones de balón generadas por el trabajo delante del aro compensaron la baja producción ofensiva y la ventaja reboteadora lituana en el primer cuarto (14-14). A renglón seguido, la incorporación de Felipe Reyes y Charles Smith cerraron la ecuación necesaria para aspirar a algo positivo.
Por otra parte, la presencia de Raül López, ausente en Tel Aviv, supuso una importante inyección de talento que el Madrid necesita y, mucho más, en citas de este calibre. Ese factor terminó por lanzar a los de Joan Plaza, que cerraron la primera parte ya catorce puntos por delante (30-44). El tercer cuarto aparecía, por tanto, como un cara o cruz para el conjunto presidido por Arvidas Sabonis quien, por cierto, presenció el encuentro junto a otro legendario: Vladimir Tachenko.
El Zalgiris lo sabía y, apoyado en la superioridad reboteadora que había marcado desde el salto inicial, metió presión al partido y al marcador (49-54 m.27). Pero el Madrid logró responder y llegó al final del período de nuevo con una cómoda ventaja (53-65). Un triple de Bullock y otro de Tunceri dejaron contra las cuerdas al Zalgiris al principio del último cuarto (58-75). Los lituanos ya no tuvieron capacidad de reacción y el conjunto madridista acabó ganando con más facilidad de la esperada.
Sin embargo, esta vez mantuvieron la concentración y la seriedad defensiva. Las recuperaciones de balón generadas por el trabajo delante del aro compensaron la baja producción ofensiva y la ventaja reboteadora lituana en el primer cuarto (14-14). A renglón seguido, la incorporación de Felipe Reyes y Charles Smith cerraron la ecuación necesaria para aspirar a algo positivo.
Por otra parte, la presencia de Raül López, ausente en Tel Aviv, supuso una importante inyección de talento que el Madrid necesita y, mucho más, en citas de este calibre. Ese factor terminó por lanzar a los de Joan Plaza, que cerraron la primera parte ya catorce puntos por delante (30-44). El tercer cuarto aparecía, por tanto, como un cara o cruz para el conjunto presidido por Arvidas Sabonis quien, por cierto, presenció el encuentro junto a otro legendario: Vladimir Tachenko.
El Zalgiris lo sabía y, apoyado en la superioridad reboteadora que había marcado desde el salto inicial, metió presión al partido y al marcador (49-54 m.27). Pero el Madrid logró responder y llegó al final del período de nuevo con una cómoda ventaja (53-65). Un triple de Bullock y otro de Tunceri dejaron contra las cuerdas al Zalgiris al principio del último cuarto (58-75). Los lituanos ya no tuvieron capacidad de reacción y el conjunto madridista acabó ganando con más facilidad de la esperada.
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