25 oct 2008

Recordando al Dream Team


El Barcelona desfiló su fútbol en la ciudad que descubrió los aires de grandeza del sentimiento culé. Basilea, escenario de la mágica Recopa del 79, inició el camino de un nuevo Barcelona y, en estos días, presenció un entrenamiento con los aires de la Champions de fondo. Los de Guardiola se llevaron un partido sin historia, sólo la que marcó el Barça. Los de Guardiola se dieron un paseo y aprovecharon el banquete montado en Suiza para quedarse con el estómago lleno.

Algunos entrenamientos habrá tenido el Barça de mayor peso y esfuerzo. Los azulgrana maniataron y jugaron con el Basilea. Dejaron todo visto para sentencia en el primer cuarto de hora y se dedicaron a disfrutar siempre, algo que Guardiola ha fomentado en este equipo, fiel reflejo del cerebro del Dream Team.


Guardiola está ganando enteros haciendo lo que tiene que hacer. Pasa de los 'tics' de otros entrenadores acaparadores de portadas. No se complica y hace lo que el cuerpo y el corazón le pide. Toda la plantilla, perfectamente gestionada, se siente importante. Este miércoles Bojan y Sylvinho, olvidados de Pep, fueron titulares por primera vez en lo que llevamos de temporada. El español lo aprovechó con un doblete y, como siempre, dejó en el recuerdo su desparpajo, el de un chaval de 18 años llamado a escribir páginas a considerar en nuestro fútbol.


Pep siguió con sus rotaciones, que, esta vez más que nunca, pedían paso en Basilea. Etoo e Iniesta vieron el partido con toda la tranquilidad del mundo en el banquillo. Busquets volvió a entrar en el centro del campo y el chaval, una vez más, dejó buenas sensaciones. Poco tiene que envidiar a Touré o Keita, por ejemplo.


El Barça sacó la chistera para hacer los dos primeros goles y acabar con un Basilea que no da el nivel que se merece la competición. Messi abrió el marcador a los 4' después de un servicio de lujo de Alves mirando al tendido y, al cuarto de hora, Busquets hizo lo propio con un pase de fuera de serie de Xavi. Fue suficiente. Bojan, constante, hizo el tercero minutos más tarde.


El Basilea se conformó con sobrevivir en la lona, tampoco da para mucho más. El Barça jugueteó con un equipo primitivo que, si hubiese querido, se podía haber tirado todo el partido dirigiendo el cuero de un lado a otro, sin miedo, sin pausas.

Los de Guardiola no se empacharon en el primer asalto y, tras la reanudación, dieron otros dos bocados. En cuatro minutos, la manita era una realidad. Segundo de Bojan y gran gol de Xavi. El paseo del Barcelona, sin oposición, siguió adelante.


Pep, inteligente él, dio descanso a Márquez, Xavi y Touré transcurrida la segunda mitad. Cáceres compartió minutos en defensa, Henry se quedó sin su bocado y Víctor Sánchez recibió su premio. El Basilea, finalmente, buscó el tanto de la honra en el tramo final. No lo encontró. Era el festín del Barça.


Vía | Marca

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