12 oct 2008

Goleada amarga de España a Estonia


En época de vacas flacas y de crisis, España, al menos en el verde, va bien. La campeona de Europa ha entendido su sino y se ha abonado a la lógica, a ganar por el mejor de los caminos. El buen gusto de la Roja dejó su sello en Tallin, cumplió y abrió una nueva vía. La España del fútbol en mayúsculas hizo los deberes esperados, y lo hizo con tres goles a balón parado. Los dos centrales, Puyol y Juanito, vieron puerta y Villa no se quedó sin su golpe, éste desde el punto de penalti.

A esta selección no le pesa la responsabilidad ni su papel tras la conquista de Europa. Todo lo contrario. Conocedor de sus virtudes, se siente importante y respetado. En Estonia hizo lo que tenía que hacer, sin más. Ajustició cuando tenía que hacerlo y siguió acercándose al récord de victorias consecutivas españolas.


La España de Del Bosque, la que sigue manteniendo la primorosa herencia de la era Luis, concedió media hora de ventaja a su rival. Los nuestros mandaron de cabo a rabo; dejando de lado la dinamita, eso sí. En medio del monológo, Casillas tuvo que solventar la situación en un mano a mano.

Sin crear serio peligro, España usó otro abrelatas. No hizo falta una conexión letal de las de casi siempre. Xavi botó una falta al corazón del área y Juanito, soberbio por las alturas, peinó el regalo para que no sirviese de nada la estirada de Londak. Cuatro minutos después, la campeona de Europa encarriló el trámite.


Torres fue derribado dentro del área cuando se disponía a atacar un gran servicio de Villa desde el costado. El '7' no perdonó desde los once metros. En un suspiro había tirado por los suelos las escasas ilusiones que podían tener los estonios. El asturiano no tuvo su mejor día, pero decidió. Torres, compañero de travesuras, tampoco tuvo una noche para recordar, pero fue determinante. Le hicieron el penalti y mandó el cuero al larguero en el tercero de España.


Del Bosque, inteligente guiándose por el sentido común, quitó a Ramos, ya en la segunda parte. El sevillano, entre algodones, tuvo un merecido descanso. Iraola disfrutó en el lateral, Riera volvió a la selección y Cesc otorgó un respiro a Villa.

En el segundo asalto, hasta Puyol se apuntó su firma en el marcador e Iniesta acabó desesperando a los estonios. El de Albacete volvió a dar otra clase partiendo desde la banda.

El miércoles nos espera una batalla en Bruselas, la primera importante hacia el Mundial de Sudáfrica. Será otra historia. La costumbre, a pesar de todo, suele ser peligrosa. Así nos las gastamos
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1 comentario:

  1. Buenas,se hizo lo que buscabamos,ganar y por goles,ganamos 0-3,ahora hay que ganar a Bélgica el miércoles,saludos!
    www.atleti1903.blogspot.com

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