El Sevilla concluyó su exitosa preparación estival derrotando con justicia al Málaga en el I Trofeo Antonio Puerta en un encuentro en el que a pesar de jugar a medio gas, los de Manolo Jiménez fueron muy superiores a los hombres de Antonio Tapia. Una contra marca de la casa pudo ser el 1-0 a las primeras de cambio. Galopada de Jesús Navas que Adriano no pudo convertir por culpa de un zaguero costasoleño.
No tardaron en responder los de Antonio Tapia. Baha, en el minuto 4, prefirió tirarse en el área antes de rematar a puerta. Estas dos claras acciones dieron paso a unos minutos tediosos, durante los cuales la intendencia del Málaga se imponía a las ganas de agradar a los suyos de los sevillistas.
Al filo de la media hora, un discutible penalti cometido sobre Renato fue aprovechado por Luis Fabiano para adelantar a los nervioneses, curiosamente cuando peor lo hacían las huestes de Manolo Jiménez. Duda, sin compasión hacia los que hasta hace unas semanas fueron sus compañeros, tiró de profesionalidad para buscar una igualada harto complicada analizando el juego de los inquilinos de La Rosaleda.
De hecho, se veía más cerca el 2-0 que el 1-1. Lo pudo lograr Luis Fabiano en el 38 después de un medido pase de Enzo Maresca. Pero Goitia en un alarde de buenos reflejos lo impidió.
En el segundo acto, con numerosos cambios de salida en el bando visitante, el Málaga buscó la igualada como no había hecho hasta el momento. Con más corazón que buen juego, todo hay que decirlo. El Sevilla daba por bueno el resultado, como si quisiera guardar fuerzas para el arranque liguero.
En el 58, Arnau evitó que un buen remate de cabeza del omnipresente Luis Fabiano terminara de sentenciar un choque más emotivo que otra cosa. En el 19 de la reanudación, llegó la jugada de la noche, una acción personal de Diego Capel que no podía terminar de otra manera: con un golazo de Renato que, virtualmente, le daba la victoria en litigio a los hispalenses.
En pleno desconcierto malacitano, Chevantón erró en 30 segundos dos inmejorables opciones para subir al marcador del Ramón Sánchez Pizjuán el 3-0.
De ahí al final del amistoso, fue el tiempo para que los blancos gozaran de varias opciones de ampliar su ventaja y para ver el debut del filial Pouga. El corpulento delantero camerunés evidenció buenas maneras, aunque no tuvo oportunidades para poner a prueba al arquero de un Málaga que tendrá que mejorar mucho para no convertirse en un serio aspirante al descenso desde el pitido inicial de una Liga que arranca el próximo sábado.
Vía | Marca
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