Fernando Alonso logró, por cuarta vez esta temporada, acabar en el cuarto lugar y fue gracias a la estrategia de equipo, ya que eligieron neumáticos intermedios cuando todos cambiaban a extremos. Sebastian Vettel fue el ganador del Gran Premio de Italia, lo que le convierte en el campeón más joven de la historia de una carrera del Mundial de Fórmula 1. Heikki Kovalainen fue segundo y Robert Kubica tercero. En la lucha por el campeonato, Felipe Massa fue sexto y Lewis Hamilton séptimo.
La carrera comenzó lanzada por el 'safety car' debido a las condiciones del asfalto, extremadamente mojado. Se preveía una pista de patinaje con coche deslizándose en vez de corriendo. Sin embargo, todos tomaron sus precauciones para evitarlo. Los únicos que arriesgaban de verdad eran Hamilton y Raikkonen, que tenían que remontar muchos puestos. El británico lo hacía con una suficiencia bárbara, pero al finlandés le costaba más.
Mientras, Vettel mandaba la carrera sin problemas, Kovalainen le seguía, Massa no arriesgaba y Alonso iba en los puntos y a su ritmo. Tras 20 vueltas comenzó el baile de cambios en boxes. Hamilton remontaba más de diez puestos para estar entre los primeros y Raikkonen se quedaba luchando por entrar en los puntos.
El momento clave para Fernando estuvo en la vuelta 30. Entró en boxes por primera y única vez para poner neumáticos intermedios cuando todos habían puesto antes los de lluvia extrema. Era una apuesta arriesgada, porque si empezaba a llover con más fuerza todo el trabajo se iba al garete. Pero esta vez acertaron. La climatología no empeoró y Alonso empezó a adelantar hasta ponerse cuarto.
Quedaban muchas vueltas y por detrás venían Nick Heidfeld, Felipe Massa y Lewis Hamilton. Ninguno de los tres tosió al bicampeón del mundo, que se fue a por el tercer puesto de Robert Kubica. Al final le faltaron algunas vueltas más para luchar por el podio, pero Fernando se fue de Monza satisfecho. Y eso que Vettel le arrebató otro récord de precocidad...
Vía | Marca
La carrera comenzó lanzada por el 'safety car' debido a las condiciones del asfalto, extremadamente mojado. Se preveía una pista de patinaje con coche deslizándose en vez de corriendo. Sin embargo, todos tomaron sus precauciones para evitarlo. Los únicos que arriesgaban de verdad eran Hamilton y Raikkonen, que tenían que remontar muchos puestos. El británico lo hacía con una suficiencia bárbara, pero al finlandés le costaba más.
Mientras, Vettel mandaba la carrera sin problemas, Kovalainen le seguía, Massa no arriesgaba y Alonso iba en los puntos y a su ritmo. Tras 20 vueltas comenzó el baile de cambios en boxes. Hamilton remontaba más de diez puestos para estar entre los primeros y Raikkonen se quedaba luchando por entrar en los puntos.
El momento clave para Fernando estuvo en la vuelta 30. Entró en boxes por primera y única vez para poner neumáticos intermedios cuando todos habían puesto antes los de lluvia extrema. Era una apuesta arriesgada, porque si empezaba a llover con más fuerza todo el trabajo se iba al garete. Pero esta vez acertaron. La climatología no empeoró y Alonso empezó a adelantar hasta ponerse cuarto.
Quedaban muchas vueltas y por detrás venían Nick Heidfeld, Felipe Massa y Lewis Hamilton. Ninguno de los tres tosió al bicampeón del mundo, que se fue a por el tercer puesto de Robert Kubica. Al final le faltaron algunas vueltas más para luchar por el podio, pero Fernando se fue de Monza satisfecho. Y eso que Vettel le arrebató otro récord de precocidad...
Vía | Marca
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