2 sept 2008

El Partido de la Jornada: Atlético de Madrid 4-0 Málaga


Atlético de Madrid 4-0 Málaga

El Atlético completó una semana de ensueño para goce de sus sufridos aficionados. Después del éxtasis ante el Schalke con la clasificación para la liguilla de la Champions, los rojiblancos deleitaron a sus hinchas con una goleada ante el Málaga que les coloca líderes de la Liga BBVA Primera división cuatro años después de su último liderato. Y encima Aguirre pudo dar descanso a Agüero y Forlán para una temporada que promete muchas emociones.

Los rojiblancos, eufóricos tras el éxito europeo, salieron lanzados al césped ante un Málaga que sufría mucho en los balones áereos. Simao dio el primer aviso con un golpe franco que Arnau desvió como pudo y el posterior remate de Maxi que el meta también detuvo. Sin embargo, la endeblez defensiva visitante pronto salió a relucir y a la salida de un córner lanzado por un renacido Pernía, Ujfalusi remató solo con el pie y Heitinga desvió en área pequeña a gol. El Calderón no se lo creía.

Pero este Atlético estaba embalado y Forlán pudo abrir más hueco poco minutos después, pero sólo el palo de Arnau evitó el segundo. Los rojiblancos destilaban las ganas y el coraje de un jugador que promete dar mucho a este equipo durante esta temporada: Maniche. El portugués, herido en su orgullo y empeñado en demostrar a Aguirre que no se ha equivocado perdonándole, firmó un partidazo. Peleó, dirigió, asistió, llegó y sólo le faltó el premio del gol.

Fruto de este empuje el vendaval rojiblanco se convirtió en la sentencia de un Málaga asustado por las circunstancias. El infatigable Maniche pugnó por un balón que había perdido en una contra, se la dio a Agüero y éste conectó con Forlán, que, picado por el balón estrellado en el palo, soltó un latigazo que Arnau se tragó por la violencia con la que llegaba. El uruguayo celebró el tanto con la grada, como acostumbra, y el Calderón comenzó a hacer la ola.

El Málaga terminó de entregar la cuchara en un absurdo penalti de Weligton sobre Heitinga al borde del descanso, que Forlán transformó con un lanzamiento ajustado al palo de Arnau, que adivinó el lanzamiento, pero no pudo llegar.

En esos cuarenta y cinco minutos se terminó el encuentro. Aguirre pudo dar descanso a Agüero y Forlán y los rojiblancos dormitaron hasta el cuarto de hora final, en el que Luis García y Sinama Pongolle, que tienen que aprovechar estos minutos para mostrar sus cualidades, acabaron por remachar a un Málaga desaparecido en combate. Una asistencia de Luis García al francés permitió al ariete lograr el golazo del partido. El galo, con la zurda, puso el balón en la mismísima escuadra de un abatido Arnau.

Poco después Luis García se topó con Arnau y el rechace a bocajarro pudo ser la consagración de Maniche, pero el portugués cabeceó a placer y se encontró con el paradón del meta malaguista. Daba igual, porque la fiesta para los colchoneros era completa. Más tendrá que trabajar Antonio Tapia con sus hombres porque, aunque ésta no era su liga, el inicio no ha podido ser más descorazonador.

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