10 sept 2008

Gran resultado para Alonso en su gran premio ''preferido''


Memorable, inolvidable y polémica. Así fue la carrera de Spa, el mejor gran premio del año con un duelo más allá de la razón entre Hamilton y Raikkonen. El inglés salió victorioso, pero lo hizo vulnerando el reglamento. A tres vueltas del final, con la pista delicada y el F2008 sufriendo por su menor tracción en esos momentos, la estrella de McLaren se lanzó a adelantar por fuera al vigente campeón en la Bus Stop. Su rival alarga la frenada y mantiene la posición. Lewis debía levantar el pie y mantenerse en la trazada, pero decide cortar la chicane sin que hubiera motivo alguno para hacerlo. Adelanta claramente al finlandés, y le cede la plaza, pero no del todo, porque aprovecha para cogerle el rebufo y soltarle un hachazo a final de recta.

Kimi, desconcertado, deja la puerta abierta y rompe su alerón delantero al tocarse con el neumático del McLaren. Fue la imagen de la carrera. Hamilton ganó, pero los comisarios le sancionaron con la pérdida de 25 segundos por la maniobra una vez acabó el gran premio. Terminó tercero y a Fernando Alonso, cuarto, sólo le faltaron 3,9 segundos para subirse al podio por primera vez este año.

Massa fue el vencedor de rebote después de una discreta carrera y gracias al abandono por accidente de su compañero de equipo. El resultado, en cualquier caso, está en el aire, a la espera de la apelación de McLaren, que ha decidido reclamar la decisión ante la FIA. Raikkonen se despidió prácticamente del título porque a ese momento cumbre de la carrera siguió una penúltima vuelta tremenda. La estrella de Maranello intentó devolvérsela en la llegada a Les Combes, pero no pudo, y entonces comenzó un maravilloso rosario de incidentes. Hamilton se encontró a Rosberg cruzado, frenó, se salió por la hierba y Kimi aprovechó para adelantarle, pero la alegría le duró poco, porque pisó la línea blanca mojada y se marcó un trompo enorme en plena recta. Lewis volvió a ponerse líder de nuevo. Llegan a Blanchimont y el MP4/23, superior en agua, le lanza una tremenda tarascada. Algo que en el caso de Raikkonen se convierte en un soberano trompo. Con su habitual mala fortuna, él sí que termina estrellando su carrera contra las protecciones. A distancia, Massa asiste con temor a la exhibición de valentía de sus dos grandes adversarios. ¡Y Alonso es podio!

De momento, porque Nick Heidfeld, que montó neumáticos intermedios a tres vueltas del final cuando era noveno, se acercaba a gran velocidad. Alonso preguntaba cada poco a sus ingenieros sobre las previsiones de lluvia. Él y los técnicos de Renault tendrían que habérsela jugado a agua como los de BMW, pero el temor a que no empezara a arreciar la lluvia les pudo. Si lo llegan a hacer, Alonso habría terminado segundo. Después, en la penúltima vuelta, la del accidente de Kimi, Fernando se pegó cuatro sustos y decidieron cambiar de ruedas antes de la vuelta final. Algo inaudito y de dudosa productividad. Querían asegurar los puntos.

Volvió noveno a pista y habría terminado sexto de no sacarse Alonso su varita mágica y pasar de una tacada en la última curva a Kubica y Vettel. A éste le superó por 98 milésimas después de siete kilómetros en los que rebasó a cinco monoplazas y que le hicieron recuperar la sonrisa. En seco ya había demostrado porque es un número uno con un coche nueve km/h menos veloz que el de Kovalainen. Salió bien, escapó de una montonera y ganó dos posiciones después de darle un pasadón a Bourdais en Les Combes. Él y Kimi fueron los más eficaces en seco en función del coche que llevaban. Iceman adelantó a Massa y a Hamilton después de que éste se marcara un trompo en la curva dos. Y contuvo con su pilotaje fino al británico hasta que la lluvia, la fiereza de Hamilton y un error de pilotaje arruinaron sus ansias de victoria.

Vía | As

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