España sigue con su racha, le tocó perder a Chile

Disfruten del momento más que nunca. Recuperen cada uno de los partidos de este equipo, recorten periódicos, no se pierdan ni uno de los recuerdos de la mejor selección española de la historia. España estará en crisis, pero en un terreno de juego no hay malas épocas que nos valgan. A estas alturas, es muy probable que nadie sea mejor que nosotros. Nadie ni se ha acercado a ese juego ilusionista en un año inolvidable, digno de cuento de hadas, pero real como la vida misma.

España sigue igual. Ha sido capaz de convertir nuestros sueños en realidad y, en especial, de cambiar nuestra vida cotidiana. Recuerden, no hace demasiado, cuando un partido de la selección se entrometía en medio de la batalla liguera sin alimentar a nadie. Hoy en día, todo ha cambiado. Merece la pena ver a esta selección, aunque sea llegando a un aeropuerto. Las miradas entre los jugadores y sus pasos serían suficiente. Los inútiles 'bolos' de otros tiempos se han convertido en obras de arte, en momentos para olvidarse de los problemas y disfrutar, sólo disfrutar.

La campeona de Europa no entiende de amistosos o entrenamientos, juega a lo que juega, y ya está. Los futbolistas desean que lleguen las concentraciones y hasta los futbolistas son capaces de forzar con tal de ser protagonistas de la función. Así llegó España a El Madrigal, con el objetivo de cerrar contra Chile el mejor año de su vida, y lo hizo con una actuación 'marca de la casa', inconfundible.

Villa, suma y sigue
Chile, que no es mala selección que digamos, se llevó tres de Vila-Real. Los de Bielsa dejaron de lado la cita amistosa y se tomaron el partido como una verdadera muestra de sus posibilidades, conscientes de que España motiva, y mucho. La Roja siguió a lo suyo. Empezó con Villa como único punta, aderezando la zona ancha con quilates del uno al otro confín. Acabó con Llorente y Torres arriba. La campeona de Europa está por encima de todo eso. Sólo sabe tratar el cuero con cariño y llevarlo por el mejor de los caminos. Los sistemas nos importan un pimiento.

Al partido no le faltó ritmo. La presión chilena molestó a los nuestros por momentos, hasta que el partido se elevó por su propio peso por la varita mágica de la conquistadora del Viejo Continente. Abrimos el marcador con una ayudita del árbitro, todo hay que decirlo. Un piscinazo de Riera dentro del área lo mandó el curioso colegiado georgiano a los once metros. Villa no perdonó. El asturiano siguió elevando sus números con la selección, superando la cifra anotadora de Don Alfredo. Este asturiano, un seguro de vida, tiene preparado su hueco en la historia de nuestro fútbol.

Inalcanzables
El paso por vestuarios propició el cambio de fichas españolas, todas con idéntico y positivo resultado. Reina confirmó que tenemos dos porteros de primerísimo nivel, Cazorla abrió otra vía por la derecha y Torres dejó su sello particular. El Niño hizo el segundo finalizando una jugada nacida de las botas de un Xavi sublime, inalcanzable.

España siguió disfrutando en la segunda mitad, aprovechando además que la gasolina escaseaba en el rival. Cazorla acabó colocando la rúbrica al final con el tercero. Llorente, que debutó con la absoluta, andaba cerca de Carmona, el chileno que desvió el disparo del asturiano que lo llevó a las redes.

Se acaba este 2008 inolvidable que ha elevado a una selección de otro nivel a lo más alto. Son ya 28 partidos seguidos sin perder, más de dos años sin conocer la derrota... España va bien. Lo tenemos claro.