Los goles locales fueron anotados por el chileno David Pizarro y el brasileño Alessandro Mancini.
Los blancos mantuvieron el control del encuentro en buena parte del mismo, tocando y moviendo la pelota, ante la presión, especialmente en los primeros momentos del partido. de los jugadores del Roma, pero no lograron rematar el partido cuando tuvieron la ocasión.
"Lo único que no ha ido bien esta noche es el resultado. Tuvimos la oportunidad de hacerlo mejor, pero hemos marcado un gol, algo que es fundamental en la Liga de Campeones. Esto no da confianza para el partido de vuelta", avisó el técnico alemán del equipo español, Bernd Schuster.
Los dos equipos confiaron en la velocidad para tratar de superar al rival, destacando especialmente las entradas por la banda izquierda del holandés del Real Madrid Arjen Robben, auténtica pesadilla para la zaga italiana.
El propio Robben estaría en el origen del tanto madridista, cuando después de una de sus galopadas por la banda sirvió atrás a la frontal del área, desde donde disparó José María Gutiérrez "Guti" un tiro, que tocó lo justo Raúl dentro del área para despistar al guardameta brasileño de la Roma, Donieber Alexander, y marcar (8).
Apenas dos minutos después, Ruud Van Nistelrooy vio cómo se le anulaba un tanto por fuera de juego, mientras la Roma, a pesar de atravesar unos momentos de desorientación, tuvo una buena ocasión en las botas de Simone Perrota, cuyo tiro dentro del área paró bien el arquero Iker Casillas.
Los merengues, pese a que contaron con ocasiones, no supieron aprovechar la confusión de los locales para matar un partido que entró en una fase en la que el balón iba de un lado a otro del terreno sin auténtico peligro, hasta que llegó el tanto del empate romano.
El brasileño Mancini, muy activo durante todo el partido, realizó una de sus numerosas entradas por la banda izquierda, centró al medio del área y el despeje del central argentino Gabriel Heinze, que volvía este martes al once titular tras superar una lesión, lo aprovechó el chileno David Pizarro para soltar un tiro desde la frontal del área que se coló en la portería blanca (24).
Tras el descanso, el Real Madrid siguió manteniendo el control del esférico, mientras el equipo italiano lo esperaba hasta que llegó su ocasión y en una salida al contragolpe llegó el segundo tanto romano.
Francesco Totti pasó sobre Mancini, que entró por la banda derecha y aguantó la salida de Casillas para acabar marcando con clase el gol de la victoria (57).
Con esta situación, el técnico madridista dio entrada al brasileño Julio Baptista por Robben y a Roysten Drenthe por Diarra, para tratar de introducir más fuerza y mordiente en la última parte del partido, pero la Roma se convirtió en un muro atrás y el marcador ya no se movió.
"Los jugadores no se dejaron superar tras encajar el gol en frío. No se han bajado la cabeza, algo que es inútil. Al contrario, han sabido esperar. Esto muestra la madurez del equipo. Ha sido un bonito partido de los dos equipos, ha habido espectáculo", declaró el entrenador del club romano, Luciano Spalletti.
La victoria permite a los italianos encarar con cierta tranquilidad la vuelta en el estadio Santiago Bernabéu, el próximo 5 de marzo, aunque no podrá tampoco relajarse.
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